Esos retratos atemporales que atestiguan el lento paso del tiempo en la historia de San Miguel y que están ahí como monumento a días importantes o a visiones subjetivas de pintores se han ganado un lugar en la memoria colectiva de los sanmiguelenses así como un importante sitio no en el panteón artístico puesto que es arte viva y pulsante sino en el ir y venir de la mirada del observador.
Por un lado tenemos dentro del Centro Cultural Ignacio Ramírez mejor conocido como “El Nigromante” sos magníficos murales como Las Lavanderas que fuese admirado por la mismísima Gabriela Mistral en un de sus paseos al contemplar la obra de la joven Eleanor Cohen inmersa en el proceso de pintarlo.
Evidentemente tenemos que mencionar el mural de Siqueiros el que aún se encuentra incompleto y que fuese parte de un curso teórico-práctico sobre pintura mural a un grupo de veteranos de guerra de Estados Unidos.
Otro mural que resulta un poco “perturbador” por sus coloridos personajes de ojos sampucos fue el realizado por John de Melim quien fue residente a tiempo parcial de San Miguel y profesor en la década de los 50’s.
Centrados más en la historia de México, el O’Neal quien fuese una pintora bajo la tutoría de Diego Rivera, retrató a personajes históricos como Benito Juárez e Ignacio Allende así como la representación de un manto de la Virgen María hacen de una bella reunión entre tan importantes personajes.
“El Fanatismo del Pueblo”, ·La Caza del Vampiro, “La Cantina y “Guanajuato Almacigo de Patriotas” son todas obras de Pedro Martínez y aún hoy resaltan entre el recinto de arte que continúa en su perenne expansión y enseñanza de las bellas artes.
Solo con recorrer los muros del Instituto Allende basta para absorber la grandeza pictórico en los poros directo de los murales sin necesidad de ser los grandes expertos en arte ni de complicadas explicaciones pues el buen arte, no necesita de grandes textos para ser entendida ni mucho menos para ser sentida.