Quedarían en el olvido las bellas tradiciones de nuestro pueblo si no fuera por los fieros custodios como Agustín González que se encargan de que éstas se mantengan con vida y a flor de piel al no permitir que caigan en el olvido.

Claro ejemplo de la labor que desempeñó durante años, fue como Mayordomo del Valle del Maíz en donde supervisaba, entre otras funciones, el cabal cumplimiento de las festividades de El Día de la Santa Cruz.

Cuenta la historia que es durante el 3 de mayo que año con año se celebra este artefacto bíblico pues al desenterrar en Jerusalén las 3 cruces, la Emperatriz Helena de Constantinopla halló el objeto sagrado y comprobó su autenticidad al poner un pedazo de madera de la cruz en donde crucificaron a Jesús junto a un muerto y éste revivió.

También se le considera el día de los obreros y albañiles de construcción al considerar a la cruz como su protectora oficial. Es así que durante varios años, Agustín se aseguró que el templo brindara apoyo para realizar esta tradición al estar frente de la organización siendo ésta factible, buena y sin percances.

Con 15 días de anterioridad, empieza la festividad con una visita de la Santa Cruz a sus hogares. Son ya los últimos 3 días en los que el enfoque de rituales religiosos toman énfasis con la devoción de la comunidad y la entrega de sus reliquias así como hacer sentir en comodidad a la gente que los visita. 

Aunque ahora ya ha dejado sus labores como Mayordomo para dar paso al fuego de nuevas generaciones que tienen maneras diferentes de mantener las tradiciones de antaño, eso no significa que Agustín haya dejado de ser un férreo protector de nuestra cultura razón por la que ahora forma parte de la Asociación Civil Costumbres y Tradiciones de San Miguel quienes se encargan de preservar otras festividades. 

De entre ellas destacan la flamante Alborada y la de San Pascual Bailón como de las más importantes que ellos se dedican a cuidar. 

Y a pesar a que estas tradiciones son de antaño, el antiguo Mayordomo está consciente de que San Miguel continúa en constante expansión y es por esto que han implementado cambios en su estructura como el mover la locación por ejemplo de las tradicionales “guerritas” a otras sedes para mayor comodidad y lógica organizacional de los eventos. 

San Miguel debe mucho a sus Mayordomos y las tradiciones continúan avivándose en el corazón de locales y foráneos gracias a su férreo empeño de seguir con lo que nos hace ser nosotros mismos.