Por Pamela Fink
Una cosecha lo que ha sembrado y cuando esa siembra consta de trazos desafiantes como semillas, frases irreverentes de riego y un sentido del humor muy propio del mexicano como fertilizante, es de esperarse que el cultivo alimente hasta la saciedad a aquellos hambrientos por el arte de Taquito Jocoque.
Y es que si pensamos en la artista, lo primero que nos viene a la mente es una mujer portando llamativos colores con una afable sonrisa en el rostro, un turbante que da la sensación de misticismo y unos lentes de mosca que se interponen ante su profunda mirada.
A otros, les vendrá a la mente la ilustración de Luisito Rey cuando todos veíamos la serie de El Sol y nos unía como pueblo una de las fuerzas más poderosas similar a lo que sentimos cada vez que nos mencionan a Emilia Pérez o los aranceles impuestos por los gringos: desprecio colectivo.
Es con esta explicación tan simple que se entiende la viralización y el salto a la fama de Taquito quien inesperadamente tuvo un boom en donde la encontramos hasta en la sopa: Uñas de gelish, piñatas de bodas y eso sí, muchísima piratería por lo que la pobre tuvo que armarse legalmente para reclamar su arte.
Gracias a este período de euforia fue que Taquito tuvo la fortuna de ver en vida (No como el infeliz de Van Gogh que nunca gozó de esa suerte) es que Roxana Ramos ósea la Taquito pudo al fin obtener el reconocimiento que merecía.
Y aunque hubiera gozado que tal vez fueran otras de sus piezas las que se viralizaran, eso no funcionó así por lo que la artista tuvo que agarrar el meme por los cuernos y facturar lo más posible con su boom durmiendo muchas veces entre pilas y pilas de playeras de la ilustración.
Gorras, playeras, tote bags y hasta calzones si se desea pueden tener los prints de Taquito pues ella no es una de esas artistas recelosas con la difusión de su arte y para ella más bien representa un honor que la gente quiera portar sus creaciones como una especie de escudo familiar.
Y es ahora que San Miguel tendrá la oportunidad de exhibir su nueva colección en la siempre lúdica Yam Gallery con piezas como las ilustraciones en memoria de nuestras divas Paquita la del Barrio y Tongolele así como una ilustración de un reloj que llamó particularmente nuestra atención pues en vez de tener números para marcar la hora, vienen frases como “Te extraño un chingo” para marcar la ansiedad de medianoche o “El Secreto de amor” un par de horas previas.
Basta con echarse un clavado al Instagram de Jocoque para saber lo que nos espera en la exhibición de “Jocoque” al que usa como una especie de periódico visual en donde la artista destila todo aquello que le llama la atención y que ahora está lista para mostrarnos el proceso de maduración por el que ha atravesado en los últimos años y que no pensamos perdernos a partir de finales de abril pues no hay nada como echarle mucho jocoque a tus tacos para celebrar nuestra identidad diversa.
