LOCAL CONNECT #11 ALEJANDRO SOLEA y su Flamenco Dolorosa

Un portento de la Danza y la Plástica como Solea no hay dos en San Miguel pues es que la inspiración del artista proviene de orígenes divinos siendo La Dolorosa su compañera desde tierna edad siguiéndolo en el transcurso de su vida y exploración artística. 

Las dos formas de expresión por las que Alejandro es conocido son el flamenco y la pintura y él logra la extraña combinación de ser destacado en ambas puesto que sus trazos en el óleo son inconfundibles y su zapateo en el tablao resuena como ninguno otro. 

ALEJANDRO SOLEA LOCAL CONNECT Flamenco

Más que una contestación a la guitarra o al cantaor, el cuerpo de Solea se transforma en un vehículo que más allá de las limitaciones del lenguaje de una respuesta, se convierten en una aportación a lo que ahí se está presentando.

Al contar con diferentes ramas o palos, la que el bailaor muestra predilección y de la que adopta su nombre se denomina “Solea” que quiere decir soledad. Y es que la soledad puede ser abordada desde distintos puntos como aquella serenidad y paz espiritual que te produce el gozar de tu misma compañía o en el extremo, aquel sentimiento de inquietud y de profundo desasosiego que acompaña a los que anhelan compañía y es ahí que radica la fuerza del flamenco de Alejandro, en su versatilidad. 

Algunos otros de los palos en el flamenco son el Taranto que también evoca la tragedia y representa la polvorosa vida perdida de los mineros en tragedias dentro de la tierra o en contraste, las guajiras que poseen un toque muy sensual y que son un canto de ida y vuelta entre tierras españolas y latinas así como influencias afros destacadas. 

El realizar esta danza para él es como “una pintura que se realiza en el momento y desaparece en segundos” y es este lienzo en blanco y lo efímero del instante lo que lo hace perdurar en sus espectadores. Ahora que si quiere que esta pintura se traslade a una zona más tangible, el talento de Solea no se queda atrás en el lienzo y pinta como un regalo divino concedido por la Dolorosa. 

La advocación al terrible sufrimiento de la Virgen María a través de 7 instancias trágicas de la vida de Jesús que hicieron despertar su profundo sufrir como madre continúan inspirando al pintor desde que era un niño. Resulta ser que a temprana edad su abuela materna descubrió sus potenciales dotes para la pintura por lo que adaptó su cuarto para coser con hojas y pinturas para que en lugar de hacer su tarea, Alejandro dedicara muchas horas de la infancia a explorar sus dotes en esta bella arte. Desde aquel cuadro colgaba un retrato de La Dolorosa ovalado quien observaba con “atención” la obra que el pequeño creaba y que a la vez en ocasiones servía como modelo para su mirada.

Esta génesis de admiración por su musa llega a su culminación año con año en la galería de Alejandro y su esposo “San Felipe y Solea” en donde el Viernes de Dolores, Alejandro pinta a la virgen y además montó una instalación “Conversaciones Místicas” en donde realizó una especie de homenaje a los altares íntimos que las personas suelen montar en este Viernes Santo con los objetos que suelen encontrarse en sus hogares.

Más allá de ser considerado Arte Sacro, lo que el artista realiza lo siente como un arte espiritual que si bien toma elementos del arte sagrado, los transforma para contar una narrativa y muchas veces historias autobiográficas que remiten a las pinturas de las historias bíblicas que tan maravillosas nos parecen.

El volcán artístico dentro de Alejandro Solea es uno cuyas fumarolas y erupción no pasan desapercibidas y que además de incendiar todo a su paso, despierta tal pasión en el espectador que el espíritu creativo se apodera de todo aquel que lo mire bailar.

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PEDRO FRIEDEBERG

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