Si se piensa bien, el primer contacto que tenemos los seres humanos con la fuente dadora de vida es el alimento y se hace con cariño. Es la demostración de amor en toda regla de ahí a que mi profesión tenga tal importancia para mí y para la humanidad como bien sabe el Chef Vicente Torres.
Proveniente de algunas de las cocinas más exigentes de Europa, su llegada a México y más específicamente a San Miguel, inició su profunda conexión con nuestros ingredientes locales.
Ahora que tiene un poco de tiempo que llegué a Moxi del Hotel Matilda de la mano de Bruce Jaimes, el reto fue llevar el arte de la cocina a la par de un hotel donde el nivel de detalle que tienen y de excelencia es altísimo y es aquí en donde puedo demostrar más de 15 años de mi vida en México.
![VICENTE SAN MIGUEL chef en portada](https://localguide.mx/wp-content/uploads/2023/12/341918186_642976707671606_2152320070961173246_n-1024x683.jpg)
La propuesta que yo realizo es una propuesta de producto en donde es el rey del platillo y se le consiente para que llegue al comensal en todo su esplendor. Tratamos de trabajar con productos locales y de proximidad. Tener contacto con pequeños proveedores (lo demás es importado sobre todo en mariscos y pescados).
El estar en una cocina de San Miguel no dista mucho de estar en una de Europa pues cuando se hacen las cosas con pasión y con ganas de mejorar cada día, da igual en qué parte la hagas.
![](https://localguide.mx/wp-content/uploads/2023/12/341950885_5831968810247437_3818514397932743553_n-1024x683.jpg)
Por ejemplo, a mi me gustaría enfatizar en dos platillos que preparamos en Moxi y que creo fehacientemente son una gran muestra de lo que aquí hacemos: Serían el aguachile de cangrejo y el panqué de elote y dulce de leche con bourbon.
Como un amante de la arquitectura, suelo inspirarme en construcciones para mis platillos y si se me diera la oportunidad de crear uno basado en San Miguel de Allende, obvio elegiría la emblemática Parroquia e intentaría implementar alguno de sus elementos como el tono rosáceo de sus piedras a mi creación culinaria.
Nos encontramos de manteles largos en San Miguel por contar con un chef tan dedicado a su arte que no se complica demasiado la vida y cuyas creaciones suelen salir de lo ordinario tanto en presentación como en perfil de sabores.