Por Pamela Fink
El ver a una muñeca inerte de trapo representa para Angélica lo mismo que para un niño, un mundo de posibilidades y de historias sin explorar. Es esta fabulosa capacidad de imaginación que hacen que un niño pueda transformar una caja vieja de cartón en un auto último modelo, la misma que hizo que Tijerina fuera capaz de fundar el Museo del Juguete Popular Mexicano también conocido como Museo La Esquina.
Fue en sus años de infancia en Monterrey en los que la fascinación por los juguetes que su padre le traía de otros lugares y las circunstancias lo que llevó a la pequeña Angélica a comenzar a guardar todos estos tesoros lúdicos.
Más con el tiempo, su colección fue aumentando a tal grado que éstos ¡ya no cabían en su casa en Monterrey!
¿La solución? Mudarse a su casa de vacaciones en San Miguel junto con su esposo Alfredo e iniciar una nueva casa de muñecas pero en la vida real y es que tras tomar un diplomado en museología, Angélica se sintió preparada para iniciar este juego conocido como vida.
Con cinco secciones, el Museo de la Esquina es único en su tipo al presentar una colección de juguetes de todas texturas, materiales, colores y sabores.
Algo con lo que su fundadora nunca ha estado de acuerdo, es que muchas veces se piense en un solo modelo de muñeca mexicana como la única representación de las mexicanas siendo que ella ha encontrado muchísimos ejemplares a lo largo de su vida. Cada uno con una historia distinta, materiales únicos, uso de colores especial, y unas bellas manos del hogar de mexicanos irrepetibles; así como la representación de mujeres mexicanas es variadisima, lo son también, sus muñecas.
El deslumbramiento y el cuidado con el que Angélica cuida de sus vívidos y frágiles juguetes mexicanos, la han llevado a pensar en formas sobre cómo preservarlos y a la vez apoyar a los maestros artesanos que continúan la labor de figuras como del gran Don Shinda (Gumersindo España Olivares) quienes no han cesado de poner el nombre de México por todo lo alto en cuanto a inventiva y diversión se refiere.
La solución a la que ha llegado es de lo más creativa lanzando así año con año el Concurso Nacional del Juguete Popular dividido en varias categorías como la cartonería y hojalatería (muy populares en San Miguel), juguetes de textiles y juguetes de madera entre otros. Es tal su poder de convocatoria, que tan solo en la primera edición más de 500 artesanos enviaron sus increíbles piezas siendo más de 35 ganadores en cada una de sus respectivas categorías.
El museo ubicado en Núñez #40 Col. Centro, también ofrece talleres sabatinos de 11 a 3 pm para que tanto niños como adultos descubran el placer que ser un Artesano de juguetes conlleva y cómo estos mismos se divierten como niños en el proceso de darles vida.