¿Qué pasa cuando dos de los estados más representativos de México se juntan? Pues evidentemente algo magnífico y lleno de arte y diversión como no podría haber sido de otra manera con el evento de “Oaxaca vive en San Miguel de Allende” en donde la famosísima tierra del mezcal invitó a destacados personajes de la región para poner en todo lo alto su querido estado.
El presentar a Oaxaca en San Miguel de Allende representa todo un orgullo para los expositores en el Hotel la Concepción pues saben que las personas de aquí tienen fama de ser adoradores del arte y tras 4 años de ser difusores culturales del bellísimo estado, nuestra ciudad no se podía quedar sin conocer todas estas maneras de expresión artística.
Productores textiles, músicos, cerveceros, poetas, chefs, mezcaleros ancestrales y arte indígena pulularon en esta grata presentación en donde no pudimos más que maravillarnos de su amplia riqueza cultural y de las muchas colaboraciones que pueden surgir a partir de ello.
La visita de @mario.come.oaxaca fue en especial grata dada su enorme carisma que le han granjeado la fama en redes sociales además de recomendar lugares oaxaqueños ricos para comer poniendo especial atención en realizar una curaduría de lugares no con mil estrellas Michelin sino que tengan los mejores sazones así como que sean favoritos de los locales.
Otro de los productos que llamaron la atención fue la Cerveza “La Chicana” denominada así por tratarse de la palabra usada para nombrar a las personas mexicanas que van y vienen de Estados Unidos y que de alguna manera fusionan las dos culturas. Para esta bebida alcohólica, se crea un híbrido entre los Países Bajos de Europa de donde proviene la cerveza con el mezcal oaxaqueño dándonos una nueva creación etílica que sorprendió a todos por sus notas de sabor además de otorgar la magia del mezcal.
En cuanto al área de la poesía, las décimas que consisten en 10 versos declamadas por la poetisa Evelin de Loma Bonita causaron un gran efecto en el público con sus improvisaciones inspiradas en el amor, la vida y sus infortunios mezclando el arte de beber mezcal a besos y la poética que puede surgir a partir de este estímulo predilecto de los dioses prehispánicos.
Sin duda San Miguel tiene mucho que aprender de la cultura de Oaxaca y pudimos ser estimulados ante su sublime espíritu creativo y el orgullo que tienen ante sus raíces y no podemos estar más contentos de juntos poder crear arte y de igual manera mostrarles la basta cultura y efervescente movimiento cultural que se respira día a día en nuestra ciudad que fuese declarada como la mejor ciudad pequeña del mundo.