Explotar de amor, de alegría o de coraje es algo que nos define como humanos y es una característica que Juan Luis toma como suya para su técnica escultora en la que explota a los materiales y los transforma en una forma de expresión.
Ejemplo de ello es su pieza “El Hombre Pez” que surge por la inspiración de su pasado como nadador y que utiliza material similar a la piedra volcánica para representarse en un ser que tiene varillas de escamas y aletas formadas de pedazos de ventanas.

Esta misma creación destructora es la que el escultor imparte a los asistentes de Dreamers Sculpture Workshop quienes logran crear una escultura en una sola sesión en la que el “maestro” fomenta la técnica creativa de sus asistentes y solidariza lo que quieren decir en una pieza.
Y es interesante ver cómo lo que uno trae dentro se refleja en sus creaciones pues hay personas que hacen la más pequeña de las esculturas y pasan horas y horas en minuciosos detalles mientras que otras eligen irse por piezas de grandes tamaños y se la pasan aplastando y añadiendo exuberantes elementos.
El crear personajes, construir bases, modelar, soldar, crear luces y sombras son solo procesos para dar a luz o para dar a la oscuridad estas piezas que los asistentes pueden decidir llevar a casa o dejar en el taller.

Cabe mencionar que recientemente el escultor inició su galería en la afamada Fábrica La Aurora que tanto hace por exponer los trabajos de artistas locales y sitio en el que Juan Luis más allá de mostrar sus piezas, realiza una curaduría para que todos los elementos ahí se encuentren en diálogo.
El considerado 40% herrero y 60% escultor es muy fan de reutilizar materiales utilizados a la construcción y fundirlos en una sola pieza hasta crear el Potocsi que es como el autor denomina a su detonación creativa.


El crear piezas ambiciosas que jueguen entre la línea de la belleza y lo grotesco es lo que lo definen por el momento como la cabeza de 5 metros que realizó de la que brota un árbol. El observar detalles como plantitas que salen de las grietas de moradas antiguas y humildes son una gran fuente de inspiración para el artista.
Es por eso que invitamos a todos a formar parte de su taller antes de que el artista parta una temporada para Barcelona a impartir clases por lo que es necesario absorber sus conocimientos y convertirnos en los propios escultores de nuestros destinos.