Las empedradas calles de San Miguel de Allende hacen que patinar por sus calles sea una empresa que dificulta enormemente la pasión de los skaters de la Ciudad por lo que tienen que ponerse creatives y acudir a otros recintos como parques para poder practicar de la actividad sobre ruedas que tanto disfrutan y que no van a dejar que unas pocas (o muchas) piedras se interpongan en su camino.
Tras 5 años de ausencia y regresar a San Miguel, lo primero que Marisol hizo fue recorrer las calles a la búsqueda de más personas que, como ella amaran patinar y aunque su empresa fue exitosa, enorme sería su sorpresa al descubrir que solo había un grupo de chicos y que ella era la única mujer.
Al sentir nostalgia de tener compañeras patinadoras como en otras locaciones, decidió invitar a sus amigas a patinar prestándoles al principio ella misma su propio equipo. Con el paso del tiempo, las otras chicas descubrieron lo divertido y sororo que resulta patinar y ellas mismas compraron el equipo necesario para rodar.
Es así que al ver lo bien que la estaban pasando sus amigas, muchas otras chicas desempolvaron sus viejos roller skates y se unieron en esta danza desenfrenada dando nacimiento al primer equipo femenil de San Miguel de tan divertida disciplina.
Y a pesar de haber crecido tanto y aumentado su número hasta casi 20 integrantes, aún hay un sueño para los skaters por cumplir: Tener su propio skatepark para poner el nombre de San Miguel en alto y recibir a la comunidad en ruedas con rampas dignas.
Es tal la iniciativa de las chicas, que ellas mismas crearon una campaña de crowdfunding para crear su propia rampa de madera bautizada como la famosa “La Quiebra Manos” de aproximadamente unos $10,000 de inversión.
Sin embargo para poder hacer realidad su sueño de un skatepark necesitan de la ayuda de todos al asistir a su siguiente evento del 25 de noviembre en la presentación de su corto San Miguel Skate House en donde recaudarán fondos y firmas para poder conformarse como una asociación civil y en consecuencia poder fundar una escuela de skate para niñas y peticionar al Presidente Municipal su apoyo para crear esta tan anhelada construcción urbana.
Más allá de una disciplina, lo que S.M.A.S.H tiene como objetivo, es romper esta brecha de género que dictamina que sólo los hombres son los que tienen derecho a patinar e impulsar a cualquier joven que aún no encuentra la oportunidad ni la rampa adecuada a soltar sus bríos sobre ruedas en una especie de hipnótico vértigo que genera una comunidad que avanza viento en popa sobre ruedas.
