Antiguamente conocido como Mezcal Amores, el ahora Mezcal Amarás cambia su nombre pero no sus fundamentos de tener el amor como eje central hacia México y a la sublime planta de agave.
Además de ser un mezcal querido por todo México, cuentan con la distinción de tener una filosofía en la que se preocupan encarecidamente por el medio ambiente siguiendo el modelo de 7-1.
¿El que?
El 7 a 1 es un compromiso de Casa Amarás por sembrar 7 plantas de mezcal por cada una que utilizan para la jima ayudando así al sistema ecológico.
Además de eso, son una casa mezcalera que trabaja de forma justa con sus productores, que se preocupa por el bienestar y la calidad de vida de sus colaboradores y que busca siempre tener un crecimiento horizontal, integral y orgánico.
La bebida de los dioses es difícil de clasificarse en una sola categoría ya que cada planta de agave es diferente en su sabor y proceso pero lo que sí asegura Amarás es en encontrar tu etiqueta ideal.
Desde las personas que están iniciando a tomar un mezcal a las que les ofrecen los Amarás Espadín Joven y Reposado, las personas que toman mezcal solo en cocteles para quienes tienen Mezcal Verde, las personas que buscan conocer y probar un poco más de esta categoría con Amarás Cupreata o Amarás Ensamble, hasta llegar a aquellos que son conocedores de Mezcal y buscan una experiencia ultra premium con su categoría Logia que utiliza agaves silvestres y proceso que van de lo artesanal a lo ancestral y que será un portafolio de ediciones limitadas coleccionables.
Por otro lado, dentro de su familia mezcalera también encontramos al más pequeño y ahumado de la familia, Mezcal Verde Amarás, que posee una personalidad irreverente, multifacética, incluyente, artística y hasta cachondona ¿por qué no?
Incluso el Verde es arriesgado hasta en sus etiquetas utilizando memes, emojis y obras de arte en su multifacética personalidad.
Lo que si es que siempre hay que tomarlo a besitos y disfrutar del buen mezcal Amarás con mucho amors.
Agradecemos al coordinador regional y gestor cultural Roberto Martínez Guerra quien ama difundir la magia de la cultura líquida y al especatular venue de L’Otel.