La pureza de una perla rompe sus conceptos predefinidos con las perlas provenientes de las profundidades de Tahití que Turia resurge a la superficie de San Miguel con su marca “Turia My Pearl”.

Estos “accidentes” de la naturaleza no dejan de cautivar nuestros corazones ni de adornar nuestros cuellos en el momento de presentarnos al público. Más esta formalidad que viene implícitamente con las perlas, es algo que Turia busca romper y transmutarlas en piezas divertidas y con vida e iluminación propia.

Descubre por qué a Turia sí se le pueden pedir las perlas de la Virgen con la siguiente entrevista. 

L: Cuéntanos de tus orígenes y cómo las perlas de Tahití han estado presentes en tu vida.

T: Soy de Tahití pero tuve un padre ruso-americano y  mi mamá es de la Polinesia Francesa. La mitad de mi vida la viví aquí en México con mi papá, viajando entre México y Tahití 4 veces al año pasando mis vacaciones en la Polinesia Francesa prácticamente jugando con perlas de Tahití porque es la industria más importante después del turismo.

Creo que tener un padre extranjero y una madre tahitiana es muy importante. Una mujer aquí en México influyó mucho en mi vida. Entonces creo que la combinación de cultura y viajes han sido bendición. Y el hecho de vivir en Tahití la segunda parte de mi vida y estar presente con las perlas hizo que yo me dedicara a eso. 

También tuve la suerte, la bendición de haber conocido a Robert Wan conocido como el emperador de las perlas, el visionario, el número uno a nivel mundial. Yo trabajé para él 15 años y me enseñó todo. Me enamoré de su perla tan hermosa y se convirtió en mi pasión y a lo que le dedico mi vida.

L: ¿Cuál es la diferencia entre una de estas perlas y una normal?

T: Hay mucha confusión entre perlas artificiales, las perlas de cultivo y lo que mucha gente le llama las perlas naturales que son las que crecieron naturalmente pero en realidad una perla que creció por medio de un accidente no se le llama perla natural, se le llama perla fina.

Estas perlas ya no existen, existieron desde años antes de Cristo, entonces la primera persona que empezó a cultivar perlas fue el señor Mikimoto que es muy famoso a nivel mundial porque él provocó el accidente en una ostra y que la perla crezca naturalmente. 

También hay perlas chinas que crecen en unas ostras que crecen 30 perlas y se les llama “freshwater pearls” pero no son de la misma calidad que por ejemplo las de Australia que son blancas y grandes muy parecidas a las de Tahití.

Las de Tahití lo que las hace muy únicas es que tienen un color natural. La ostra de la Polinesia francesa produce una perla con un pigmento. El molusco segrega nácar y las capitas se van sobreponiendo una por otra y cada año crece un milímetro. 

Entonces una perla de 16 milímetros, tiene 16 años. Así que otra particularidad de las perlas de Tahití es que son muy grandes y de mejor calidad. Tenemos tamaños, colores y formas diferentes. La calidad se mide por el oriente, por el brillo y por la pureza de la piel.

L: ¿En qué te inspiras para crear tus colecciones?

T: Hace 30 años trabajo con las perlas y cuando empecé, todo era muy clásico ya que con eso nunca te puedes equivocar. Sólo el 5% de la producción es redonda, y solo el 2.5% llegan a una calidad superior de top gem. Con el señor Robert Wan, todas las grandes marcas le compraban, entonces yo fui la primera persona que puse una perla sobre un cuero y decidimos participar en un gran evento al tener por primera vez toda una línea con Perlas Barrocas que nadie estaba comprando. 

Usé cueros, seda y materiales orgánicos para crear esta nueva manera de usar perlas porque era la manera que yo sentía cómo usar perlas. Era muy joven y quería usar cosas divertidas. Ir a la playa con tus perlas, ponerte jeans con tus perlas, entonces rompimos esa visión. 

Hasta el día de hoy con mi marca Turia My Pearl tengo toda una línea de joyería y accesorios muy bohemios combinando perlas con rubíes, zafiros y diamantes. Es una pieza con mucho valor pero que a la mujer moderna nos gusta usar porque te refresca. También tengo mi línea clásica que son chokers y uso perlas más puras y no las combino porque la perla es la reina de la pieza y le doy su espacio.

L: ¿Cómo ha sido la llegada de las perlas a San Miguel y el recibimiento que han tenido?

T: Cuando decidí crear mi propia marca de Turia My Pearl con el apoyo de Robert Wan quise venir a México porque yo vivo en la Polinesia Francesa y quería venir a México seguido entonces decidí traer mi marca aquí. Empecé súper chiquito y era yo solita con 20 perlas y empecé a ver a clientas privadas y en un principio con 20 perlas solo puedes hacer cosas clásicas. 

En México tuve un recibimiento con mucho amor y así fui creciendo y ahora ya vengo cada mes. Hace 7 años vine a San Miguel y me enamoré y al principio venía de vacaciones y me hablaron de un proyecto para crear la Casa Doce18 de Sally y me enseña de la nada todo el proyecto y yo acababa de comprar una casita. 

Cuando me enseñó el Concept Store y me invitó a estar ahí elegí mi lugar y hasta el día de hoy sigo ahí. San Miguel ha sido increíble y ha multiplicado a mis clientes mexicanos porque les gustan mis piezas hermosas y mis perlas divinas. Trabajo con artesanas y madres solteras, es algo muy importante para mi porque la vida ha sido tan buena conmigo que yo no puedo solamente recibir y no poder ayudar. Entre más pueda ayudar, más feliz soy.

Ve la entrevista completa y conoce más sobre la maravillosa diseñadora Turia y su marca Turia My Pearl