Por Pamela Fink
Tras el reciente estreno de la tercera temporada de “Emily in Paris”, nos tomamos unas libertades creativas y re-imaginamos cómo sería si la entusiasta mercadóloga viniera a San Miguel y estamos seguros que de igual manera se enamoraría a cada paso de nuestra encantadora ciudad.
Al llegar, obviamente Emily no sabría hablar español fluido así que se guiaría con su infalible traductor así como de la buena voluntad y hospitalidad del mexicano quienes nos caracterizamos por nuestra amabilidad así como nuestra instinto pícaro así es que tras enseñarle los múltiples usos que la palabra “chingona” puede tener, estaría lista para salir al exterior.
El primer destino sería nuestra típica Parroquia que no para de maravillar a locales y foráneos aunque el usual calzado de tacones de 15 cms. de Emily tendría que ser reemplazado por unos cómodos tenis para lograr avanzar por nuestras empedradas calles.
Una vez en el centro de San Miguel de Allende, creemos que los colores y texturas de puertas y ventanas llamarían poderosamente la atención de la a veces “naive” chica de Chicago.
Y es que al ver al cielo no encontrará imponentes rascacielos, sino vistoso papel picado que ondea al ritmo del viento y cuyos coloridos movimientos estamos seguros le resultarían de lo más coqueto pues resulta algo muy propio en México.
Ahora que si hablamos de gastronomía, no extrañaría los baguettes franceses ni la panadería francesa al encontrarse a Panio en su camino la cual es la panadería que lleva haciendo los corazones de los sanmiguelenses muy felices con su uso de masa madre y con recetas franco-italianas así como mexicanas.
Para divertirse y encontrar un compañero de baile, no tiene que esperar a que la saquen a bailar y puede tener la iniciativa con parejas de más de dos metros de estatura: Las impresionantes mojigangas que poseen el mejor ritmo de todos además de una inteligencia prominente debido al gran volumen de sus cabezotas.
Es así que Emily pasaría un agradable día en la que es considerada por Condé Nast como la Mejor Ciudad Pequeña del Mundo y quedaría tan encantada por todos nuestros tesoros locales que incluso cambiaría el nombre de usuario de su tan adorado blog a @emilyinsanmiguel