Enclavado en una casona del Siglo XIX, Hotel Casa Blanca 7 se ha convertido en el santuario de aquellos que buscan la paz en sus vacaciones así como de los que saben apreciar los buenos detalles de la vida.

Con un exótico pero elegante estilo Marroquí, adentrarse dentro de este templo del descanso equivale a un viaje multisensorial en donde sentidos como el olfato con el aroma recién hecho del café, así como el tacto con la calidez que emana de los bellos candiles y por no mencionar la vista que se enamoran de todos los estímulos que ahí se encuentran.
De inspiración islámica, los azulejos, las telas bordadas con muchos años de maestría y las alfombras bereberes le dan un aire de suntuosidad árabe que ningún otro sitio en la ciudad posee.


Ahora bien, las 10 suites de la propiedad aseguran a los huéspedes un gran nivel de privacidad así como de relajación total en un ambiente propicio para el descanso y la inspiración del más alto nivel como no podría ser de otra manera al ser diseñadas por el exquisito ojo de la dupla Fisher Weisman.
Hospedarse aquí es una especie de viaje al pasado que simula el estar en un antiguo palacio Marroquí todo bajo el encanto de la bella figura que San Miguel provee a todo aquel que la visita.
Si lo que se busca es un lujo suntuoso pero también silencioso, entonces estarán ustedes en el

Y es que al subir la escalinata y atravesar un jardín secreto y una fuente cuyos borbotones de agua transmiten un sonido de paz absoluta, se encuentra Fátima Rooftop que jamás deja de sorprender a nuestros huéspedes.
Con una vista privilegiada y que deja a todos los que la contemplan anonadados, Fátima 7 no deja de recibir elogios pues desde sus alturas se contemplan múltiples campanarios así como la bellísima cúpula del Templo de San Francisco cuya paz litúrgica se cuela hasta las entrañas de nuestro santuario.

Ya para hablar de la parte culinaria, el menú es una reinterpretación de comida mediterránea fusionada con la mexicana como atestiguan las deliciosas croquetas de maíz o bien el ya famoso té de menta y sin olvidar el kibbe de ribeye.
Otra de las sorpresas para sus comensales son los múltiples vinos mexicanos que se incluyen a la carta así como cervezas artesanales locales como la AVES pale ale que deja a todos con un extraordinario sabor de boca.


Inmaculado sería la palabra precisa para describir la experiencia que se vive al hospedarse en Casa Blanca o al probar la comida y las vistas de Fátima 7 por lo que no podemos hacer suficiente énfasis en seguir recomendando ir a conocerlos en la Calle de Juárez #7 en el corazón del Centro Histórico de San Miguel.