CANTINEANDO EN SAN MIGUEL: 4 cantinas clásicas que tienes que conocer

No importa a qué rincón de México vayas, seguramente encontrarás una cantina que ha visto pasar a infinidad de personajes, entre locales y curiosos visitantes. Estos pilares de la cultura popular mexicana dicen mucho de nosotros como sociedad: nos gusta la bebida, la botana, el chisme, la música y uno que otro juego para apostar. 

Por supuesto, hay lugares como la Ciudad de México, Guanajuato Capital y San Miguel de Allende, que aún conservan sus cantinas con hasta 50, 80 o más años de antigüedad, en donde se han desarrollado historias de todo tipo al calor de las copas. Hoy queremos contarte de 3 cantinas icónicas de la ciudad que no puedes perderte si estás por aquí, y que te darán más contexto sobre nuestra historia y cómo la vive un verdadero local. 

 

La Cucaracha

Zacateros 22, Centro. 

La más clásica, la de cajón, la que nunca falla y en la que te encuentras a todo el mundo; desde celebridades de la televisión nacional hasta artistas de renombre internacional: músicos, pintores, fotógrafos, actores… Quien no conoce La Cucaracha no ha estado realmente en San Miguel. Con más de 100 años en su haber, originalmente se ubicaba en el Jardín pero sufrió un lamentable incendio que los hizo reubicarla a su dirección actual en Zacateros. Por $10 pesitos puedes darle una vuelta al repertorio de la rockola para programar tus 3 rolas que todos tendrán que chutarse; pero está bien, porque es precisamente ese eclecticismo musical y de estilos que hace que este lugar sea memorable. 

 

Bar San Miguel 

Insurgentes 67, Centro. 

En la esquina de Insurgentes y Hernández Macías encontrarás esta pequeña y divertida cantina que cualquiera que la visite la recomienda para un trago casual y echar buen cotorreo. Como buena cantina de antaño, tiene sus puertas ‘cantineras’ que de entrada ya te transportan a esa atmósfera del México que solo conocemos por las películas de la época de oro. También con una rockola muy variada, se dice que cuando Salma Hayek visita la ciudad, cierra la cantina para ella y su grupo de amigos, así que ya puedes imaginarte quiénes han pasado por aquí. Si te gustan las ‘tempraneras’, siempre puedes darte una vuelta desde las 2 pm, y así te evitas las multitudes que se hacen después del atardecer. Los fines de semana te puedes encontrar a “Las Vestidas”, que dan un espectáculo muy divertido para agregarle sabor a tus tardes. 

 

El Gato Negro

Mesones 12, Centro. 

Otra cantina old school con sus puertas que se tambalean mientras las cruzas. Aunque esta a diferencia de las otras, tiene dos pisos. En planta baja encontrarás solo unas mesitas y la barra hiper decorada con memorabilia de todo tipo. En el segundo piso hay un par de mesas más y hasta arriba en la azotea podrás dar con una vista privilegiada hacia la iglesia de San Francisco. Este es un punto de reunión obligado para la gente bohemia del mundo del arte, pero en realidad te puedes encontrar a todo tipo de personas porque al final a todos nos une la ‘sed de la mala’ y convivir con los amigos. 

 

El Manantial 

Barranca 78, Centro. 

Una esquina icónica e inconfundible justo subiendo una de las tantas colinas de la ciudad, o como ellos le llaman “la esquina más bonita con 100 años de tradición”. Algo que caracteriza a esta cantina, y por lo cual nos encanta, es que aquí puedes encontrar una carta con antojitos del mar, que tu tostada de pulpo, que tu taco de pastor de pescado… De hecho, justo ahora tienen un par de promos imperdibles como el “lunes de taco extra” o el “martes de la tostada”, o el excelentísimo “jueves de margaritas”. Complementa con tu cerveza o michelada favorita y éxito asegurado. Todo esto en un espacio pequeño pero que despierta la curiosidad, y con una terraza para quienes se echan su cigarrito después de la botana.

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PEDRO FRIEDEBERG

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